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El País, 6 de Marzo de 2007
La peripecia del buque mercante «Ostedijk» a lo largo de la costa gallega durante los últimos días ha puesto de nuevo de manifiesto (aunque esta vez sin las catastróficas consecuencias del «Prestige») el flagrante mal funcionamiento del sistema español de protección de la seguridad marítima, que tiende a convertirse en endémico si no se adoptan medidas enérgicas.
Un buque cuyos problemas podrían haberse solucionado en horas en un puerto cualquiera ha sido paseado durante días por la costa en una exhibición de indecisión patética, para finalmente llevar a efecto en la mar (con las consiguientes dificultades y enormes costos que ello genera) una operación técnica en sí misma sencilla y trivial.
La alarma social provocada, no tanto por el incidente en sí como por su errática gestión, ha generado de nuevo reacciones histéricas por parte de las autoridades locales y vecinos del litoral, y ha dado lugar al consabido y lamentable guirigay político al que los ciudadanos parecemos condenados últimamente.
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http://elpais.com/diario/2007/03/06/opinion/1173135605_850215.html
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