Diego Blasco Vázquez – De Cartagena a Libia, una odisea pequeñita
<<<
¡Al agua patos!
No desvelo ningún secreto si afirmo que poseer un título profesional en nuestro país no es sinónimo de tener trabajo, como tampoco lo era hace cuarenta años. Recién salido de la Escuela de Náutica de Alicante me puse a buscar trabajo de buceador. Aunque mi carnet profesional, el más básico, sólo me permitía trabajar hasta una profundidad de quince metros, y sin descompresión, eso no me desanimó. Creo que mi título, Buceador de segunda restringido, se había diseñado para satisfacer la demanda de mano de obra en las campañas de cosecha de algas en Galicia, tarea que se efectuaba a poca profundidad. […]