<<<
Hoy, los líderes de la OTAN
se reúnen en Vilnius, Lituania,
a sólo unos cientos de kilómetros
del campo de batalla de la guerra en Ucrania,
que ya se ha cobrado cientos de miles de vidas.
No faltarán las denuncias de la brutalidad rusa.
Sin duda, al gobierno lituano en particular
se le agradecerán sus esfuerzos
por encabezar la guerra de la OTAN
o, como la llaman los obedientes lacayos
de los medios de comunicación,
la lucha por defender la «democracia».
Joe Biden,
que acaba de aprobar la entrega de bombas de racimo a Ucrania,
una de las armas más brutales y criminales de la guerra moderna,
denunciará la inhumanidad de Vladimir Putin.
Olaf Scholz,
cuyo gobierno está llevando a cabo el mayor rearme desde Hitler
y está a punto de estacionar 4.000 soldados alemanes en Lituania,
volverá al escenario de algunos de los peores crímenes del imperialismo alemán,
escupiendo propaganda de guerra bien preparada.
De lo que no se hablará es de la historia de la ciudad en la que se reúnen: Vilnius,
antaño conocida como la «Jerusalén de Europa», fue escenario
de algunas de las mayores y más bárbaras masacres
de la historia de la destrucción de la judería europea
dirigida por los nazis.
Con el 95 por ciento de su población judía de antes de la guerra,
unos 210.000 judíos asesinados, Lituania
registró una tasa de mortalidad más alta que casi cualquier otro país de Europa.
Los nacionalistas lituanos estuvieron entre los principales autores de aquel crimen histórico.
<<<
2023/07/11/
cumbre-de-la-otan-en-vilnius–
en-el-escenario-de-un-crimen/
>>>