<<<

Agosto de 2009

<<<

El pasado martes adquirí un video con TDT y todo. Bueno, en realidad todo no era tal sino a medias ya que, entre otras cosas, el aparato en cuestión no podía leer las pelis bajadas de la Red –hay que ver lo estúpida que resulta esta forma de hablar que tiene la gente de ahora– motivo por el cual, además de por no tener que escuchar una vez más la despiadada crítica que, de parte de mi hija mayor, había suscitado mi desacertada adquisición, lo devolví de inmediato. O, mejor dicho, lo cambió por otro al día siguiente la madre de la criticona, ya que mis obligaciones laborales me impedían hacerlo antes de las once de la mañana, hora en la que iba a venir a casa un amigo para instalarlo. Resumiendo, que cuando llegué a la hora de comer ya tenía el flamante aparatito en condiciones de usarse…

– Léelo bien antes de apretar ningún botón –escucho advertir desde la cocina cuando masticando el último gajo de la mandarina me dirijo hacia el sillón al objeto de dar una cabezada.

– O sea, que no sólo se leen las pelis que se bajan de Internet sino también los aparatos que las reproducen –enjuicio estúpidamente el comentario, instantes antes de observar sobre la mesa del salón el libro de instrucciones del novedoso artilugio.

Una vez debidamente acomodado en el butacón alargo el brazo cuanto puedo hasta conseguir atrapar el referido libro. “Manual del Propietario” reza en su primera página el didáctico cuadernillo, justamente entre el nombre del fabricante y un conseguido dibujo del equipo en cuestión, sobre el que observo unos cuantos párrafos escritos con diminuta caligrafía.

– Todo resultará más sencillo haciendo las cosas bien desde el principio –digo para mí sacando de la funda las gafas de cerca. Y comienzo a leer…

Uno. El código de región del reproductor DVD/Video para el uso doméstico es 2 o ALL. Si introduce un disco de región distinto no funcionará.
Dos. Si aparece la marca de prohibición cuando pulsa un botón, indica que dicho botón no está operativo con el disco que se está reproduciendo.
Tres. Pulse un botón de producto del mando a distancia y utilice dicho producto.

– ¡Nely!, -requiero de inmediato la presencia de mi mujer, con la excusa de que ella presenció la instalación del aparato, no siendo yo ahora capaz de entender ni siquiera la primera hoja del manual.

Tras volver a leer los tres puntos de marras y no aclararnos absolutamente nada, decidimos pasar página por si lo que viene a continuación es más sencillo…, a ver, “Información de Seguridad”…

Diversas frases en negrita nos alarman de tal manera que a punto estamos de sufrir un patatús; “Para reducir el riesgo de fuegos o descargas eléctricas no exponga este aparato a…, el rayo con punta de flecha en el interior de un triángulo equilátero quiere advertir al usuario de la presencia de alto voltaje…, para evitar las peligrosas descargas eléctricas introduzca totalmente la pata ancha del enchufe…, existe una indicación láser visible cuando se fuerzan los cierres de seguridad. No fije jamás los ojos en el rayo…, conecte dispositivos externos únicamente si éstos están recomendados por el fabricante de la unidad ya que pueden ser fuente de peligro…”

Con la mosca detrás de la oreja y la cabeza escondida debajo del ala, pasamos página a todo correr tratando de encontrar las instrucciones acerca del manejo del Video en el mando a distancia, al tiempo que decidimos ignorar por completo, y en tanto no venga de vacaciones la más joven de las hijas, el del DVD.

Nuevo desencanto. Una fotografía a vista de pájaro del mando a distancia nos muestra la extrema complejidad del mismo; hasta cuarenta y siete botoncitos se cuentan sobre la superficie de aquél.

– ¡Caramba con el dichoso cacharrito! –exclamo, fuertemente contrariado, al tiempo que comienzo a leer…

Botón OPEN, botón EJECT, botón SYSTEM, botón SETUP, botón REC, botón CLEAR, botón ZOOM, botón MARK y así hasta llegar al botón CHANNEL…

Tras pasar media docena de páginas en donde podemos observar completísimas configuraciones del reproductor mediante cable RF o euroconector, embrolladas conexiones a sistemas hi-fi y enmarañados sistemas eléctricos del amplificador Dolby, encontramos lo que, hoy por hoy, únicamente nos interesa: “Para grabar con el Video”. Siete instrucciones que, seguidas al pie de la letra, nos proporcionan unos satisfactorios resultados grabando secuencias, en plan experimental, de la Primera y Segunda cadenas así como de Canal Sur y Antena 3.

– Ves cómo con paciencia se consiguen las cosas –razona la madre de mis hijas, dando por finalizada la sesión de pruebas. – No todo es tan complicado como piensas. Relájate, que esta noche podrás grabar tranquilamente la semifinal del carnaval de Cádiz mientras descansas.

Y así es cómo el jueves, tras comerme el último gajo de la mandarina, pude ver cómodamente sentado en el butacón las noticias de la Primera de la noche anterior, pues con tanta relajación y tanta porra dejé el Video grabando en un canal que no era el deseado…

>>>