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16 de Octubre de 2020

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En la foto no se ve muy bien

pero es otra carballeira pequeña

cercana a mi casa donde

alguien ha marcado sus límites.

Sospecho que dentro de muy poco

veré otra plantación de eucaliptos.

Cuando yo era niño mi hobby favorito era subirme a los carballos, y aunque no era consciente vivía en uno de los lugares más hermosos del mundo.

Ya casi no queda nada y lo poco que queda está siendo vampirizado.

Malditos gobernantes que están promoviendo la destrucción absoluta de los paisajes gallegos para beneficio de cuatro gatos.

Dentro de 10 o de 20 o de 30 años, no sé cuándo, tocará a esta zona vivir un incendio de los grandes y ver como el paisaje alrededor de tu casa consiste en bosques de cenizas. El paraíso reducido al infierno.

Mucho antes habrá llegado la práctica extinción de todos los vertebrados y la mayoría de los invertebrados, incapaces de adaptarse a las plantaciones de eucaliptos donde no vive prácticamente nada.

Y quienes han tomado esas decisiones son gentes que viven en ciudades y que jamás han amado su tierra. que de hecho nos desprecian a los que vivimos y queremos seguir viviendo en el rural. Que para ellos el campo se debe reducir a explotaciones y quizás algún parque donde ir de paseo muy de vez en cuando. Incapaces de ver el potencial de una tierra tan fértil como ésta, y la increíble belleza de los verdaderos bosques autóctonos.

He sentido morriña de mi casa en las escasas etapas que he vivido en una ciudad, pero nunca pensé que sentiría morriña de mi casa viviendo en mi casa. Nos llevan a la desesperanza.

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