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7 de Abril de 2010

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Hoy hemos presentado el Plan Extraordinario de Infraestructuras.

Un plan que es, ante todo, una respuesta.

Una respuesta a la necesidad de que la inversión productiva

se impulse ahora, cuándo más se necesita.

Una respuesta ante la oportunidad de generar sinergias entre el Ministerio de Fomento,

nuestras empresas concesionarias y de construcción de obra civil y el sector financiero.

Y una respuesta para que nuestro tejido productivo gane en competitividad,

reduciendo los costes logísticos y mejorando la seguridad y la eficiencia energética

en los desplazamientos de personas y mercancías.

Este es un plan de infraestructuras sostenibles.

Sostenible medioambientalmente, porque incrementamos nuestra apuesta por el ferrocarril, al que dedicaremos el 70% de las inversiones. Y sostenible económicamente, porque es compatible con el escenario de estabilidad presupuestaria.

A la hora de diseñar este plan, sabíamos que nos íbamos a enfrentar a un escenario de dificultad de acceso a la financiación externa, de menor disponibilidad de capital privado, de mayores incertidumbres en las previsiones de tráfico.

Por eso, nos hemos sentado con todos los implicados y, entre todos, hemos diseñado un modelo concesional para dar la respuesta más adecuada en este contexto y a través del cual buscamos la mayor concurrencia de todos los implicados.

Porque es un plan abierto a todos, a empresas grandes, medianas y pequeñas. Un plan que contará para su financiación con la participación del Banco Europeo de Inversión, el ICO y las principales entidades financieras de nuestro país.

Este plan está en línea con la política de austeridad del Gobierno. Por ello, va a ser muy exigente con la eficiencia del gasto y va a reforzar el control sobre el cumplimiento de las condiciones en la construcción de las obras y el rigor a la hora de conservar y mantener la infraestructura.

El Plan Extraordinario de Infraestructuras es el mejor ejemplo de cómo, si colaboramos entre todos, podemos adelantar la recuperación y el crecimiento económico. Una colaboración que nos permite en este caso:

– Mantener el elevado ritmo de inversión pública para contribuir a la reactivación de la economía y el empleo

– Favorecer el equilibrio de nuestras cuentas públicas, haciendo que el coste de las infraestructuras lo asuman solidariamente todas las generaciones que las van a disfrutar.

– Asegurar la conservación y el mantenimiento de las todas las infraestructuras incluidas en el plan.

– Completar nuestra red de infraestructuras viarias, asegurar la llegada de la alta velocidad en el territorio, dar el necesario impulso a la movilidad urbana, desarrollando actuaciones en cercanías, y, por fin, iniciar la apuesta imparable por el transporte ferroviario de mercancías.

Con este plan, vamos a hacer algo más que licitar obras, vamos a garantizar un marco sostenible para la inversión, impulsando infraestructuras necesarias para el desarrollo y la reactivación económica de nuestro país. Vamos, en definitiva, a tratar de dar una respuesta unitaria al desafío de movilizar 17.000 millones de euros, que licitaremos entre este año y el próximo, en inversión en nuevas infraestructuras y conservación.

Un desafío que se materializará en obras capaces de empujar la competitividad de nuestro país a lo largo del siglo XXI.

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Category:

desarrollo, economía, empleo, sostenibilidad

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