<<<
Lo que tenemos delante es
una vuelta a los planteamientos autoritarios
que estuvieron de moda hace un siglo.
Etiquetarlos como «fascismo», sin más matices,
no nos da herramientas para manejarlos.
Trump, como Putin, ha heredado una geografía,
una historia, una economía, una ideología,
y tal vez también una genealogía, real o imaginaria.
>>>