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30 de agosto de 1999

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Dadas las limitaciones de tiempo, los presupuestos básicos los limito a:

– París son monumentos conocidos,

– el elemento significativo estructurante de París es el Sena,

– París es un gran paseo.

El resultado es un trayecto que puede comenzarse tanto por una punta como por la otra y que en función del día que haga habrá que elegir por donde comenzarlo. Si el día es soleado, o por lo menos claro, comenzad por los Invalides. Así se llegará por la mañana a la Torre Eiffel y podréis ver París con luz, obteniendo una imagen que os permitirá situar monumentos… y haréis en cambio las calles de las Halles, Centro Pompidou y Notre Dame probablemente ya con luz artificial. Si el día es grisáceo o lluvioso, lo hacéis al revés. Así llegaréis a la Torre Eiffel al atardecer y si subís veréis las luces de París -lo único (medio) visible si el ambiente no está claro-.

Los parisienses han hecho de todo París un monumento imprescindible de ver. ¡Incluso se visitan las cloacas! ¡y son interesantes!.

He seleccionado cosas representativas de París, aunque hay muchas más.

No os aconsejo Montmartre. El de hoy tiene poco que ver con la de la literatura, la iglesia es terrorífica -una «birria» arquitectónica, como el templo expiatorio del Tibidabo- y el montaje sólo es para turistas: los pintores -como los de las Ramblas de Barcelona…- y el desplazamiento os robará tiempo para cosas más importantes. Y no tendréis tiempo de ver ningún museo por dentro.

El itinerario resultante es -recordad que se puede comenzar por un lugar o por otro- :

– [metro «Latour Maubourg»] Fachada del Hôtel des Invalides -Napoleón en conserva-,

– dejarlo atrás y bajar por la Esplanade des Invalides hacia el Sena,

– ver el puente Alejandro III sin pasar al otro lado (con medio puente basta),

– recorrer la «Rive Gauche» hasta llegar a la Tour Eiffel. Si hay mucha cola no es preciso subir, más adelante propongo otro mirador -no tan alto- pero gratuito.

– atravesar el Sena y subir a Trocadéro -vistas sobre la Torre-. Aquí hay el museo antropológico más bestia que podáis ver, el del Homme, pero eso será otro día.

– a la Place du Trocadéro coger la Avenue Kléber hasta la Place Charles De Gaulle, o de l’Étoile, con el Arc de Triomphe…

– coger los Champs Élysées -a este nivel tanto da el lado, dependerá de la temperatura: si hace calor al lado de la sombra y si hace frío al revés-; hay casas y tiendas interesantes a ambos lados. Hasta la plaza Rond Point des Champs Élysées: aquí cruzad al lado del río para pasar por delante del Grand y Petit Palais.

– desembocar a la Place del Obelisque, ir a verlo de cerca y enfilar el Jardin desde Tuileries por el medio, llegando hasta al patio central del Palais du Louvre y la célebre «Pirámide» [cuando la mires piensa en cómo deben limpiar los vidrios, si no se te ocurre ya te lo explicaré cuando vuelvas].

– ir a buscar el lateral del Louvre contrario al del Sena, o sea Rue de Rivoli, y hacerla hasta la confluencia de Rue du Pont-Neuf.

– coger ésta hacia las Halles. Atravesarlas hasta llegar frente a la iglesia de Saint Eustache, ver el extremo que toca a tierra por la Rue Rambuteau, ir hasta el Centro Pompidou… abrevio el nombre oficial porque se nos acabaría el papel.

– si cogéis las escaleras mecánicas que comienzan en la confluencia de Rambuteau con el edificio podéis subir hasta el último piso, obteniendo una buena vista y es gratuita (espero, entonces lo era). De paso veis esta «refinería de petróleo» en medio de una ciudad que es el centro Pompidou.

– Entráis al Pompidou por la puerta del centro de la plaza para ver el «hall» y la lámpara, y la posible exposición de turno. Después vais al otro extremo de la plaza para ver el cronómetro que señala los segundos que faltan hasta el año 2000 (ahora ya deben ser pocos; hace años eran la hostia) y para ver las esculturas móviles de la plaza Stravinsky.

– haced el lateral de la iglesia de Saint Merry, Rue des Lombards, Rue Flamel (para hacer dos callejas pequeños y recuperar una perspectiva más razonable de la anchura de las calles de París) y salís a la Tour Saint Jacques [observatorio astrológico, que no astronómico].

– un trocito de Rue de Rivoli de nuevo y el Hôtel de Ville, o sea el ayuntamiento.

– atravesáis de nuevo el río por la Rue de Arcole y os dais «de narices» con Notre Dame.

– media vueltecita a la isla, Puente de Saint Michel y metro Saint Michel hacia el RER. Son dos paradas, pero supongo que estaréis que no podréis decir ni pío.

Si el trayecto lo hacéis al revés, al bajar del RER coged el metro hasta Cité, y comenzad por Notre Dame, Rue de Arcole, Ayuntamiento… Dependiendo del horario y si no hay cola, se puede subir a lo alto de Notre Dame y obtener una cierta vista de París y de la Sainte Chapelle, que después no se ve, ya que está dentro de del patio del Palais de Justice.

Si os sobrase tiempo (que mucho me extrañaría):

– si hacéis el trayecto como lo he explicado, a Notre Dame no deis la media vuelta a la isla. En cambio, pasad por el puente de Saint Louis a la isla del mismo nombre, atravesándola por la calle de Saint Louis (que es lo propio), y volvéis al RER por la parada de metro de Sully Morland.

– si hacéis el trayecto al revés, desde el puente de Alejandro III os miráis la explanada y la fachada -que iluminados como estarán ya se ven lo suficientemente bien- y continuáis por el margen del río, pasando por delante de una serie de palacios, el Musée de Orsay -antigua estación de tren-, más palacios… hasta al Pont Neuf, atravesadlo y coged el metro en Pont Neuf, haciendo cambio para ir al RER

Después de este paseo os faltará ver el barrio del Marais -Place des Vosges…-, el cementerio del Père Lachaise, el Parque de la Villette -el Museo de la Ciencia, pero en bestia-, el barrio de la Défense, con el célebre Arche de la Défense, el Marché aux Puces…

En cambio, considero -y me puedo muy bien equivocar con respecto a otros guías, pero es mi parecer- que ni Montmartre, ni Pigalle, ni la Bastilla valen la pena como por ir expresamente; otra cosa es encontrarse cerca y asomar la nariz si se tiene tiempo.

Allá vosotros y que la fuerza os acompañe -¡que bien lo habréis de menester!-.

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P. S.

Los franceses comen temprano y muchos restaurantes y bistrots dejan de servir a partir de las 13h30′.

Si queréis comer de «restaurante» os aconsejo un local de la cadena Hippopotamus, hacen ensaladas y carnes a la brasa, en raciones más que razonables -en Francia, donde la razonabilidad se acaba rápido-, a precios asequibles -supongo que aún… – y sirven comidas -si no recuerdo mal- ¡hasta las 17 horas!

Si no, os aconsejo una comida ligera a base de bocatas… para no dedicar demasiado tiempo al asunto. Los jardines (de las Tullerías…) de París son muy aptos para sentarse tranquilamente y hacer un picnic. Haced provisión de bebidas.

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