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Lidia – Nat quiere ofrecer una visión novedosa de los murciélagos para el gran público. Romper el mito de asociarlos con seres malignos o nocivos para el hombre. Por eso me gustaría saber cuál es tu opinión como experto respecto a todo lo que tradicionalmente ha envuelto el mundo de los murciélagos. Es decir, sabemos que en otras culturas, como la china o algunas regiones de Hispanoamérica el murciélago era visto como un animal emblemático de la felicidad y la larga vida, en el primer caso, y un mensajero de los dioses en el segundo. ¿Por qué en la cultura occidental se les ha ignorado o rechazado?
Juan – Yo creo que se ha dado, y se sigue dando, un círculo vicioso. Empieza por que los murciélagos no tienen una presencia conspicua en la vieja Europa: mucha gente pasa su vida sin haberse fijado nunca en ninguno. Esto hace que los murciélagos sean unos perfectos desconocidos, y lo que no se conoce da miedo. El misterio de que volaran sin problemas en plena oscuridad (misterio que no se ha desvelado hasta hace setenta años) ayudaba a pensar en estos seres como algo sobrenatural. También ayuda que durante muchos años se pensó que eran una especie de híbrido entre ratón y pájaro. Por si fuera poco, su actividad transcurre por la noche…
Como dan miedo no hay un interés hacia ellos y nadie se acerca a estudiarlos (o simplemente a observarlos tranquilamente) y, por tanto, a descubrir que son seres encantadores. Y así volvemos al principio… con un eterno no se conocen, dan miedo, son exterminados, no se conocen, dan miedo, son exterminados…
Unos ejemplos de la situación actual. En más de una ocasión, hablando con gente sobre mi trabajo de estudiar murciélagos, se han preguntado extrañados si no me daban asco esas alas gelatinosas, ¡pero resulta que las alas de los murciélagos no son gelatinosas!, ni nada parecido. Otro caso es el de la madre de una compañera de trabajo que comentaba a sus amistades que qué pena su niña, cinco años estudiando biología para luego terminar así, estudiando murciélagos. En otra ocasión estaba yo cuidando de un murciélago joven que se habían encontrado en el suelo y cuando quise enseñárselo a una vecina puso el grito en el cielo sólo de pensar en tal posibilidad. Al final la convencí y en cuanto vio al animalito fue corriendo a llamar a toda su familia para que lo vieran.
Los murciélagos son más abundantes tanto en número de especies como en número de individuos según nos acercamos al ecuador. En Europa hay un número bajo de especies, menos de cuarenta, mientras que sólo en Venezuela, por ejemplo, hay unas ciento sesenta. Esto facilita que otras culturas de territorios más ricos en murciélagos convivan más con ellos, los aprecien, los disfruten, los protejan… y se vuelva a cerrar otro círculo vicioso, pero en la otra dirección.
Lidia – ¿Hay alguna justificación histórica, un momento concreto en que fueron peligrosos para el hombre, transmisores de enfermedades, etc. o todos los mitos nacen por fuentes como la literatura y posteriormente el cine?
Juan – El mito de la visión negativa de los murciélagos está muy arraigado en la cultura occidental y no es para nada un fenómeno moderno, pero no arranca de ningún episodio concreto. Supongo que se va dando un movimiento paralelo entre la sensación que percibe la gente y lo que se plasma en la literatura, que se van alimentando mutuamente.
Ya desde antiguo hay referencias negativas en la bibliografía, como en la Biblia donde se habla de que ciertos animales han de ser considerados una abominación entre las aves: el águila, el buitre, la abubilla y… el murciélago. Son clasificados como aves sucias y se prohíbe su consumo. En esta misma mala presentación se incluyen las águilas, que gozan de buena aceptación popular, así que habrá que pensar en motivos específicos para la mala fama de los murciélagos.
Lidia – En el reportaje queremos hacer una clasificación de las principales especies que viven hoy en Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana. En la web de la Generalitat que me has pasado podremos obtener un buen catálogo respecto a Valencia. Pero, ¿podría acceder a algún trabajo o artículo sobre las especies que viven en las islas Baleares?
Juan – Si me das una dirección postal te mando lo último que se ha publicado de trabajo de campo (un trabajo mío de 1997):
Quetglas, J. (1997).- New records of bats (Chiroptera) for Minorca, Balearic Islands, Western Mediterranean Sea. Mammalia, 61(4):611-614. Más reciente es el libro rojo de los vertebrados de Baleares, pero tiene algunas incorrecciones en lo relativo a murciélagos y por eso prefiero enviarte la fuente original. También puedes mirar el Atlas de Mamíferos de España, editado hace poco por el Ministerio de Medio Ambiente… Fíate más de los textos que de los mapas.
Lidia – He leido en un artículo de Juan Tomas Alcalde y Oscar de Paz que en Baleares vive una de las especies más amenazadas, el murciélago de mediana herradura.
Juan – Su nombre actual en castellano es murciélago mediano de herradura. En Baleares está más amenazada aún ya que llevamos cuarenta años sin noticias desde las primeras citas en Mallorca.
Lidia – ¿Existen otras especies en peligro en Baleares?
Juan – El hecho de la insularidad es una amenaza porque muchas especies no pueden recuperar sus poblaciones con efectivos de otras cercanas, así que han de mantenerse por sus propios medios y si desaparecen, algunas no volverán nunca. Aparte de esto, la situación es diferente según las islas y las especies. Donde mejor parecen estar es en Menorca, con las poblaciones más grandes de todo el archipiélago para algunas especies, y con una que no ha sido detectada en el resto de islas, el murciélago ratonero pardo (Myotis emarginata), aunque faltan otras.
En el resto de islas la situación parece bastante mala para los murciélagos de herradura (género Rhinolophus), aunque en Mallorca se han detectado tres especies que faltan en las demás islas, el murciélago ratonero grande (Myotis myotis), el murciélago de bosque (Barbastella barbastellus) y el murciélago mediano de herradura. De las Pitiusas apenas había datos, pero estamos trabajando en ellas en estos momentos. Se mantiene en general el bajo número de ejemplares, pero están surgiendo sorpresas.
Lidia – ¿Cuál es la causa de esto? ¿Planes urbanísticos, turismo irresponsable?
Juan – Sin duda tiene que ver, pero me parece excesivo echarle toda la culpa a la construcción y el turismo. Lo más probable es que sea por un efecto combinado de varios factores que se nos escapan de las manos. Los que se citan siempre, no especialmente para el caso de Baleares, son la destrucción o alteración del hábitat, las molestias o destrucción de sus refugios y el uso de pesticidas.
Lidia – ¿Por qué son tan frágiles estos animales?
Juan – Como hemos comentado antes, las especies insulares tienen el problema de que si se da una extinción local es más difícil que se recupere la población a partir de las vecinas, porque están demasiado lejos. Aparte de esta generalidad para animales y plantas, los murciélagos presentan un par de características que los hacen más vulnerables. En lo relativo a la reproducción, todos los murciélagos ibéricos tienen una o dos crías por parto (según las especies) y sólo un parto al año, sin volver a entrar en celo si pierden al pequeño. Si hay una catástrofe y muere la mitad de la colonia, la población no tiene capacidad de respuesta a ese vacío sacando muchas crías. Si hay problemas perderán su única (o dos) crías anuales, pero si todo va bien no sacarán ese año muchas crías, sino que se mantendrá esa una (o dos).
Siguiendo de lo general a lo particular, dentro de los murciélagos podemos distinguir tres grupos según el refugio que ocupen durante el día, que se corresponde además con otras características que unifican a los grupos. El más amenazado es el de los murciélagos cavernícolas porque dependen de un recurso limitado y que no pueden crear ellos: las cavidades donde viven (cuevas, minas, búnkeres…), frente a los otros dos grupos, el de Murciélagos fisurícolas, que utiliza grietas, juntas de dilatación, tambores de persiana… y el grupo de los murciélagos forestales que se instala en huecos de árboles. En este punto sí que podemos culpar claramente al turismo y la urbanización de la desaparición de colonias en cuevas que han sido habilitadas como discotecas, museos… perdiéndose como refugio potencial para murciélagos. Combinándose con esta característica de utilización de cuevas, estos murciélagos son muy gregarios, lo que hace que una alta proporción de la población se concentre en un solo punto, y en esta situación son más sensibles a catástrofes. Si una cueva es cerrada a cal y canto o sufre un derrumbe que deja tapada la salida puede morir de un golpe la mayoría de la población.
Lidia – ¿Qué se está haciendo para protegerlos? ¿Hay algún plan específico en Baleares? ¿Es suficiente?
Juan – La fauna de murciélagos de Baleares había sido algo estudiada en los años 50 y 60 y desde entonces no había casi nada. De varias especies sólo se tenía un primer y último dato, recogido a mediados del siglo XX y no sabíamos si ahora serían muy comunes o estarían extinguidas. En los 90 y en este principio de milenio la Conselleria de Medi Ambient y diversas entidades están financiando estudios para terminar de conocer la realidad. Acabamos de volver de Formentera y con ésta ya están prospectadas las cinco islas principales del archipiélago en tiempos recientes. A partir de ahora podremos evaluar mejor la tendencia de las poblaciones.
Además de estos estudios, se ha cerrado con rejas algún refugio para evitar la presión de las visitas y se han instalado carteles con un teléfono al que llamar para pedir información y permiso para entrar en las cuevas. ¿Suficiente? Si no se complementa con una política de mantener el hábitat (léase frenar las grandes infraestructuras y urbanizaciones) la medida seguramente sea insuficiente.
Lidia – También nos gustaría saber por qué crees que este animal provoca fascinación y miedo, y sobre todo en qué puede beneficiar hoy su protección al ser humano.
Juan – El tema de la fascinación y miedo creo que tiene que ver con su desconocimiento y los demás aspectos que hemos comentado antes: híbrido, maldito, con poderes misteriosos, señor de la noche…
Podemos buscar motivos para su protección desde muchas perspectivas. Por ejemplo, son los únicos mamíferos vivos autóctonos de Baleares. Absolutamente todos los demás presentes actualmente han ido viniendo de la mano del hombre. Y tienen, por supuesto, un valor por sí mismos, son uno más de los engranajes de la naturaleza, y base de toda una fauna asociada a ellos mismos, como las curiosas moscas sin alas y aspecto de araña que viven en su piel, o al guano que depositan en las cuevas. En muchas ocasiones es el único aporte de materia orgánica a esos sistemas y es la base de la pirámide sobre la que crecen hongos e infinidad de invertebrados. Si queremos buscarle un punto más mercantil, podemos pensar en que son el contrapunto a la lucha biológica que hacen las aves contra las plagas. Un ejemplo práctico es el de la procesionaria del pino: mientras que los pajarillos consumen orugas durante el día, los murciélagos se comen la mariposa adulta durante la noche, y entre los dos grupos se mejoran los resultados.
Lidia – Parece cómico, pero mucha gente asocia los murciélagos a una especie concreta, a los vampiros. ¿Cómo es en realidad esta especie y dónde vive?¿Realmente es peligrosa para el hombre? Se habla de transmisión de la rabia… Puede ser esta asociación la que ha dado mala prensa a los murciélagos.
Juan – En realidad hay tres especies de vampiro. El vampiro común, Desmodus rotundus, se distribuye desde el norte de México hasta el centro de Chile, Argentina y Uruguay. Se alimenta de sangre de mamíferos, principalmente de ganado doméstico, aunque ocasionalmente se han visto afectadas personas. Crea problemas en el ganado al distribuir el virus de la rabia, pero siempre que tomemos algunas sencillas precauciones similares a las que tomamos para que no nos piquen los mosquitos no resulta peligroso para el hombre. Además hay otras dos especies que se alimentan principalmente de sangre de aves, con una distribución parecida. De los cerca de mil doscientos tipos de murciélagos del mundo, sólo estos tres son hematófagos. Todas las especies europeas son insectívoras.
Lidia – Nuestra revista también tiene una sección de recomendaciones sobre cómo observar la naturaleza y los animales. ¿Cuál debería ser nuestra actitud cuando queramos explorar una cueva o acercarnos más al hábitat de estos animales?
Juan – Para disfrutar de estos animales no hace falta que nos movamos de nuestra casa. Si nos asomamos a la ventana y nos fijamos en el cielo de un atardecer veraniego veremos, en cualquier lugar de nuestra geografía, pasar algún murciélago revoloteando. Igual que no se debe subir a los nidos de las rapaces por las molestias que se les causa, no se debe entrar en cuevas que alberguen colonias de murciélagos. Si queremos visitar una de estas cuevas deberemos informarnos en la Conselleria de Medi Ambient del calendario de visitas compatibles con los murciélagos, y respetar las restricciones.
Para disfrutar de estos murciélagos cavernícolas, nada más gratificante que sentarse en la boca de la cueva y verlos salir en tromba al atardecer…
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Revista NAT…
David García – Murciélagos en las Islas Baleares…
Zoología sin adjetivos…
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