Juan Manuel Grijalvo:
¿Dónde es esto exactamente?
Enrique Díez:
Esto es Azpeitia,
el puente seccionado
por ambos extremos
sin ninguna utilidad
más que la puramente simbólica
como recuerdo arqueológico
de su pasado ferroviario,
soportaba el paso del tren del Urola.
Para quien lo observe en la actualidad y desconozca su origen, esta estructura aislada del resto de la línea a la que servía de paso puede resultarle absurda produciéndole una extraña sensación en su entorno urbano actual. Curiosamente el río sobre el que discurre no es el Urola, sino que se trata de uno de sus afluentes, en este caso el Urrestilla. La pared de la izquierda pertenece a una empresa construida sobre el trazado e inmediatamente después de ésta, se encuentra la estación de Azpeitia que constituye la sede del Museo Vasco del Ferrocarril.
Juan Manuel Grijalvo:
Si la empresa está cerrada podríamos pensar en recuperar el trazado hasta Loiola pasando por la misma finca. Si no, habría que estudiar otro camino para recuperar el acceso en tren hasta la Basílica desde el Museo.
Enrique Díez:
Parece que la empresa Corrugados Azpeitia se cerró hace tres años suponiendo un duro golpe para la localidad según este enlace:
http://www.diariovasco.com/economia/201605/02/azpeitia-consigue-emerger-tras-201605020630.html
Juan Manuel Grijalvo:
Todavía existe en Internet
http://www.grupoag.es/corrugadosazpeitia/empresa/empresa.php
Enrique Díez:
Por el otro extremo habría que prolongar el puente sobre la calle, cuya altura para el paso de vehículos pesados no creo que sea un problema, porque estuvo funcionando hasta 1988. Después habría que salvar el desnivel entre el puente y la antigua explanación de la vía, unos cien metros mediante un terraplén en rampa que enlazaría con el resto del trazado, transformado en vía verde en la actualidad hasta Loyola, sin modificaciones que yo recuerde.
>>>