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La Facultad de Ciencias Inútiles
tiene una cátedra de anonetología,
el estudio de lo inútil:
estamos por
el derecho a la pereza.

La «way of life»
verdaderamente humana
poco o nada tiene que ver
con esta inflación de lo utilitario,
del productivismo
y del «resultadismo»
que padecemos hoy por hoy.

Medida por ese patrón,
lo que llamamos «cultura» es
una pura pérdida de tiempo,
o sea de dinero.

Como dice Pérez-Reverte
en «La piel del tambor»,
«un error era todo aquello
que no producía beneficio
a corto, medio o largo plazo».

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Los autores de libros también son víctimas de esta moda, quizá pasajera.
Muy pocos osan publicar sus obras sin presentarlas como útiles, en el sentido que sea, pero útiles.
Uno de ellos fue Julio Cortázar.
Aquí tenéis esta introducción a sus maravillosas «Historias de cronopios y de famas».

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Tienen cuatro partes:

– Manual de instrucciones

– Ocupaciones raras

– Material plástico

– Historias de cronopios y de famas

Se componen de buen número de textos breves y jugosos.
Lo que sigue es un índice, reforzado con extractos y citas relevantes.
Mis glosas van entre paréntesis.

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Manual de instrucciones

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La tarea de ablandar el ladrillo todos los días, la tarea de abrirse paso en la masa pegajosa que se proclama mundo,
cada mañana topar con el paralelepípedo de nombre repugnante, con la satisfacción perruna de que todo esté en su sitio…

> Instrucciones para llorar

> Instrucciones para cantar

> Instrucciones-ejemplos sobre la forma de tener miedo

> Instrucciones para entender tres pinturas famosas

> Instrucciones para subir una escalera

> Preámbulo a las instrucciones para dar cuerda al reloj

Piensa en esto : cuando te regalan un reloj te regalan un pequeño infierno florido, una cadena de rosas, un calabozo de aire. No te dan solamente el reloj, que los cumplas muy felices y esperamos que te dure porque es de buena marca, suizo con áncora de rubíes; no te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo. Te regalan – no lo saben, lo terrible es que no lo saben -, te regalan un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo, algo que es tuyo pero no es tu cuerpo, que hay que atar a tu cuerpo con su correa como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca. Te regalan la necesidad de darle cuerda todos los días, la obligación de darle cuerda para que siga siendo un reloj; te regalan la obsesión de atender a la hora exacta en las vitrinas de las joyerías, en el anuncio por la radio, en el servicio telefónico. Te regalan el miedo de perderlo, de que te lo roben, de que se te caiga al suelo y se rompa. Te regalan su marca, y la seguridad de que es una marca mejor que las otras, te regalan la tendencia a comparar tu reloj con los demás relojes. No te regalan un reloj, tú eres el regalado, a ti te ofrecen para el cumpleaños del reloj.

> Instrucciones para dar cuerda al reloj

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Ocupaciones raras

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> Simulacros

Somos una familia rara. En este país donde las cosas se hacen por obligación o fanfarronería, nos gustan las ocupaciones libres, las tareas porque sí, los simulacros que no sirven para nada.

(Qué, ¿eh?)

> Etiqueta y prelaciones

> Correos y Telecomunicaciones

Una vez que un pariente de lo más lejano llegó a ministro, nos arreglamos para que nombrase a buena parte de la familia en la sucursal de correos de la calle Serrano.

> Pérdida y recuperación del pelo

Para luchar contra el pragmatismo y la horrible tendencia a la consecución de fines útiles…

> Tía en dificultades

> Tía explicada o no

> Los posatigres

Mucho antes de llevar nuestra idea a la práctica sabíamos que el posado de los tigres planteaba un doble problema, sentimental y moral.

> Conducta en los velorios

No vamos por el anís, ni porque hay que ir. Ya se habrá sospechado: vamos porque no podemos soportar las formas más solapadas de la hipocresía.

(No me atreveré a decir que es lo mejor del libro, porque sería mucho decir, pero es muy bueno)

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Material plástico

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> Trabajos de oficina

> Maravillosas ocupaciones

Qué maravillosa ocupación cortarle una pata a una araña, ponerla en un sobre, escribir Señor Ministro de Relaciones Exteriores, agregar la dirección, bajar a saltos la escalera, despachar la carta en el correo de la esquina.

> Vietato introdurre biciclette

> Conducta de los espejos en la isla de Pascua

> Posibilidades de la abstracción

> El diario a diario

> Pequeña historia tendente a ilustrar lo precario de la estabilidad dentro de la cual creemos existir, o sea que las leyes podrían ceder terreno a las excepciones, azares o improbabilidades, y ahí te quiero ver.

(esto es el título)

> Fin del mundo del fin

> Acefalía

> Esbozo de un sueño

> Qué tal, López

> Geografías

Probado que las hormigas son las verdaderas reinas de la creación (el lector puede tomarlo como una hipótesis o una fantasía; de todas maneras le hará bien un poco de antropofuguismo), he aquí una página de su geografía …

> Progreso y retroceso

> Historia verídica

> Historia con un oso blando

> Tema para un tapiz

El general tiene sólo ochenta hombres, y el enemigo cinco mil…

> Propiedades de un sillón

En casa del Jacinto hay un sillón para morirse…

> Sabio con agujero en la memoria

> Plan para un poema

> Camello declarado indeseable

> Discurso del oso

> Retrato del casoar

> Aplastamiento de las gotas

> Cuento sin moraleja

> Las líneas de la mano

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Historias de cronopios y de famas

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I – Primera y aún incierta aparición de los cronopios, famas y esperanzas. Fase mitológica

(las esperanzas son el tercer grupo de personajes de estas historias)

> Costumbres de los famas

> Alegría del cronopio

> Tristeza del cronopio

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II – Historias de cronopios y de famas

> Viajes

> Conservación de los recuerdos

> Relojes

> El almuerzo

> Pañuelos

> Comercio

> Filantropía

> El canto de los cronopios

> Historia

Un cronopio pequeñito buscaba la llave de la puerta de calle en la mesa de luz, la mesa de luz en el dormitorio, el dormitorio en la casa, la casa en la calle. Aquí se detenía el cronopio, pues para salir a la calle precisaba la llave de la puerta.

> La cucharada estrecha

Un fama descubrió que la virtud era un microbio redondo y lleno de patas. Instantáneamente dio a beber una gran cucharada de virtud a su suegra…

> La foto salió movida

> Eugenesia

> Su fe en las ciencias

Una esperanza creía en los tipos fisonómicos, tales como los ñatos, los de cara de pescado, los de gran toma de aire, los cetrinos y los cejudos, los de cara intelectual, los de estilo peluquero, etc.
Dispuesta a clasificar definitivamente estos grupos empezó por hacer grandes listas de conocidos y los dividió en los grupos citados más arriba…

> Inconvenientes en los servicios públicos

Vea lo que pasa cuando se confía en los cronopios. Apenas lo habían nombrado Director General de Radiodifusón, este cronopio llamó a unos traductores de la calle San Martín y les hizo traducir todos los textos, avisos y canciones al rumano, lengua no muy popular en la Argentina.

> Haga como si estuviera en su casa

Una esperanza se hizo una casa y le puso una baldosa que decía: «Bienvenidos los que llegan a este hogar».
Un fama se hizo una casa y no le puso mayormente baldosas.
Un cronopio se hizo una casa y siguiendo la costumbre puso en el porche diversas baldosas …

> Terapias

> Lo particular y lo universal

> Exploradores

Tres cronopios y un fama se asocian espeleológicamente para descubrir las fuentes subterráneas de un manantial…

> Educación de príncipe

> Pegue la estampilla en el ángulo superior derecho del sobre

> Telegramas

> Sus historias naturales

– León y cronopio

– Cóndor y cronopio

– Flor y cronopio

– Fama y eucalipto

– Tortugas y cronopios

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Si no lo había leído, espero que este sumario le haga entrar el apetito de ver cómo acaban las historias…

Puede imprimirlo y usarlo para anotar en él sus propios trozos favoritos.

Una cosa queda clara cuando uno termina de leer el libro: Julio Cortázar era un cronopio. ¿Y usted?

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