Supongamos que los cuatro políticos que
compiten por presidir el Gobierno de España
están jugando una partida de mus.
Si eso fuera así, no serían cuatro:
serían dos parejas.
Lo de hoy podría ser un órdago de Rajoy
y de su compañero de juego
contra la otra pareja,
Sánchez y su compañero.
La primera pregunta,
porque no vemos la mesa,
es qué dos juegan
de compañeros de esos dos.
La segunda es
ver si Sánchez
acepta el órdago
(en vasco: «hor dago», ahí está)
o si se achanta.
Si acepta,
sabremos
si su compañero es
Iglesias… o Rivera.
Si se achanta,
Rajoy gana el envite,
pero vuelve a ser su turno:
cuando juegue,
sabremos
si su compañero es
Rivera… o Iglesias,
porque a «Podemos»
tal vez le convendría
laminar al PSOE.
Como es natural,
esto sólo es
una especulación
humorística…
o tal vez no.
El tiempo lo dirá,
y más pronto que tarde,
porque este órdago de Rajoy
tiene todo el aspecto de
ser un farol.
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