Prohibir el sexo es como prohibir el cagar.
Ellos lo seguirán haciendo, pero se sentirán en pecado
y los que prohiben tendrán poder sobre ellos
porque les han dado el poder de absolverlos.
Prohibir el sexo es como prohibir el cagar.
Ellos lo seguirán haciendo, pero se sentirán en pecado
y los que prohiben tendrán poder sobre ellos
porque les han dado el poder de absolverlos.