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25 de Julio de 2015
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Me refiero a las empresas que realizan el transporte urbano de pasajeros en nuestra isla. Resulta que se tienen que renovar las concesiones el año 2018 y, por lo se está viendo, puede darse el caso de que una empresa forastera esté interesada en hacerse con las concesiones. Dicen que «piensa mal y acertarás», sobre todo después de lo que le está ocurriendo al Club Náutico de Ibiza. Cierto que no es lo mismo la náutica que el transporte de pasajeros, pero las empresas no dejan de prestar un gran servicio a los residentes y a los visitantes. Y el tema tiene su historia. La empresa de Alfonso Ribas inició sus actividades en 1925, hace pues noventa (90) años, cubriendo la línea Sant Antoni-Eivissa-Sant Antoni; y puesto que la he utilizado toda mi vida puedo añadir que recuerdo que el entonces llamado camión, en alguna ocasión, funcionaba con gasógeno y que lo conducía el bueno de Mariano «Trui».
También en 1943, hace 72 años, inició sus actividades de transporte regular de pasajeros entre Eivissa y Sant Miquel la empresa Lucas Costa. En cuanto a Voramar el Gaucho, una empresa que da servicio en el municipio de Eivissa y a numerosas localidades de la isla, fue creada en Sant Antoni en 1962, hace 53 años.
Y nos queda la empresa Vilàs, que en la actualidad es propiedad de Sagalés, la propietaria de la estación Cetis. Es lo que hay y repito que las concesiones se han de renovar dentro de tres años. Espero, puesto que se lo merecen y por la buena labor prestada a los ciudadanos, que se renueven las concesiones a las empresas actuales.
Por cierto, ya que me han acusado de no ser usuario de los autobuses y me han recomendado viajar para aprender que en el mundo hay muchas estaciones subterráneas, debo manifestar y aclarar que, además de mi experiencia de viajero entre Sant Antoni-Eivissa-Sant Antoni, he utilizado dicho sistema de transporte en grandes urbes y durante muchos años, como son Barcelona, Nueva York, Washington, D.C. y Miami. Y es cierto que hay estaciones subterráneas y a nivel de calle, como la modélica de Sant Antoni de Portmany (con bajo presupuesto de mantenimiento), pero también lo es que en todo el mundo hay paradas en las calles, algo que, por lo leído, el actual alcalde de Vila, Rafa Ruiz, parece predispuesto a solucionar. Deseo que para el bien de millares de usuarios, entre los que me cuento, así sea.
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