La tudrikuhu alabsaru wahuwa yudriku alabsara
Ultima Hora, FDS, 14 de febrero de 2003
Dedicado a Pep Tur
En septiembre de 2000, la edición de Eivissa de Ultima Hora comenzó a incluir cada viernes un suplemento llamado «fds», por «fin de semana». Curiosamente, alguien mencionó mi nombre ya en el primer número. Con el tiempo, he llegado a ser un colaborador habitual. Desde el verano de 2002 mis textos tienen el valor añadido que les da una ilustración de Pep Tur. El 9 de agosto hizo una con «¿La parada de metro, por favor?» que me gustó mucho. Le pedí permiso para ponerla al publicar el artículo en Internet y en mi enlace principal de Dalt Vila. Desde entonces, siempre que he podido he puesto sus trabajos gráficos junto a mis textos en la Red. Sin pretenderlo, hemos establecido una relación que se parece un poco a la de Jean Serra y Cis Lenaerts, que han hecho a medias un libro de poemas y cuadros titulado «Confluències». Por el momento, no estoy en condiciones de producir imágenes por mi cuenta, y mis artículos ganan mucho.
Los trabajos de Pep son su reacción a lo que digo. Los hace desde su propio punto de vista. A veces difiere bastante del mío. No pasa nada. Está en su derecho y es libre de decir lo que quiera. Los firma él. Y hasta aquí la exposición de motivos…
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Caballo
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Entrando en materia, ¿una imagen vale más que mil palabras? Bueno, para determinar el valor relativo de una cosa y otra, habríamos de reducir la una a la otra, o viceversa, y comparar los resultados. Pero se trata de cantidades heterogéneas. No puede usted sumar peras con manzanas, pero sí puede pensarlas como «frutas». Los chinos han resuelto este problema de una forma muy elegante. Su caligrafía representa las palabras, es decir, los términos que designan conceptos, mediante ideogramas. Son imágenes abstractas con una estética propia. Usted «entiende» los títulos de las películas de Kurosawa, porque «escribir» y «dibujar» no son dos conceptos separados en Oriente. En menor medida, se podría decir lo mismo de la caligrafía árabe. La palabra divina se convierte directamente en letras y símbolos. Me han dicho más de una vez que mi firma tiene un aire árabe. Es cierto, y además es deliberado.
De manera que el factor común entre imagen y palabra es que transmiten ideas. Por lo tanto, la afirmación universal es que toda imagen transmite más ideas que todo conjunto de mil palabras. Tal vez pudiéramos medir en bits la cantidad de información que lleva cada cosa. Pero las palabras evocan imágenes mentales… que dependen del vocabulario adquirido previamente por cada receptor individual. Los filósofos llevan milenios hablando de cómo funciona este mecanismo. Hay un lenguaje de la filosofía, y toda filosofía es una filosofía del lenguaje.
Pero estamos en el siglo XXI… instalados en el culto al becerro de oro. Aquí y ahora, la medida de todo valor es el dinero. Todo se reduce a ese denominador común. Pregunta usted cuánto vale una imagen o una marca registrada, cuánto se puede pagar por la forma de la botella de cierta bebida sin alcohol, o por los derechos de adaptación de un libro al cine, o lo que vale su alma, o la mía… y la respuesta la tiene cuando cotizan en Bolsa… como todo lo demás.
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Ilustración de Pep Tur
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Filosofía…
Pep Tur…
La raíz del mal es el culto al becerro de oro…
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