http://homeworld.wikia.com/wiki/Hiigaran_Battlecruiser

http://www.padawansguide.com/

.

La regla que gobierna la vida de un Padawan Jedi no le deja aburrirse ni un minuto. Hoy debo viajar al planeta Kaladevou con mi Maestro, para desempeñar una misión asaz peligrosa. Una flota de la Federación Galáctica de Promotores Inmobiliarios ha bloqueado los espaciopuertos hasta que la reina Almendrita acepte firmar un decreto: todas las construcciones de Kaladevou deben considerarse legales, aunque se demuestre que las licencias de obra se obtuvieron mediante sobornos. El Senado Galáctico nos ha nombrado Embajadores Plenipotenciarios para reconducir la situación.

Partimos de Coruscant a bordo de un crucero de batalla de los más pequeñitos, tripulado por unos setecientos ochenta seres racionales de unas quince especies distintas, sin contar los androides de combate y de protocolo. La diplomacia está bien, pero un poco de artillería siempre ayuda.

Nuestro itinerario pasa junto a los reactores de fusión de la planta de energía planetaria de Gases Densos. Sus bonitos evacuadores de residuos a la atmósfera embellecen el paisaje con sus alegres colores. Seguimos hasta el próximo cruce de rutas interplanetarias; como la vía rápida es la otra, nos toca reducir la velocidad hasta cero y hacer cola tras otras naves. Enfilamos el siguiente tramo a paso de tortuga, porque suelen atravesarlo las formas de vida más primitivas del planeta, que aún practican la locomoción pedestre.

Pasamos por el satélite Heijiayue y aceleramos un poco, sólo un poco, porque nuestra ruta cruza diversas intersecciones con otras vías que, curiosamente, casi no tienen tráfico. Y llegamos por fin hasta los dos agujeros de gusano que debían atravesar la cuarta dimensión, evitando el paso por los planetas Amnemosine, Pribilejius y Saint-Raphaël. Sus antros de diversión para noctámbulos son famosos en toda la galaxia porque ninguna autoridad controla cuántos clientes hay en ellos, cosa que complica mucho la vida a los que deben resolver sus desplazamientos.

.

http://es.wikipedia.org/wiki/DJ_Tiësto

.

Por razones que tal vez lleguemos a saber algún día, el Consejo de Gobierno del Sistema Local dejó a medio hacer los agujeros, que habían de medir 1,3 parsecs. Encontramos sobre ellos la Nueva Zona de Ocio de Saint-Raphaël: un simulacro de parque urbano atravesado de punta a punta por un vial para «landspeeders» de superficie. Para más inri, las naves de transporte de mercancías peligrosas deben circular por ese mismo vial; por ejemplo, las que suministran combustibles a las estaciones de repostaje de los planetas adyacentes. Gracias a eso, los posibles siniestros se producirán en lugares de poca importancia, como la parada del transporte público o la escuela de Saint-Raphaël.

Salimos en dirección al planeta Bijjportt. Pasamos bajo un intercambiador tridimensional que permite invertir la dirección de la marcha, y cuando estamos a punto de alcanzar la velocidad hiperlumínica tenemos que frenar. La Satrapía Periférica que controla esta ruta ha impuesto un límite de 80 parsecs por segundo, ha instalado sensores telecontrolados desde el planeta Shoemakerhome y sanciona a los infractores con multas de setenta dataries para arriba. Ante las protestas de los «paganos», la delegada local del Sátrapa manifestó que los sensores no son para cobrar multas: son «para salvar vidas». Como decíamos en la facultad, «excusatio non petita…» Uno de los Grandes Planetólogos de la Satrapía declaró al Cotidiano de Coruscant que los sensores eran para reducir la velocidad de las naves, y por ende el consumo de combustible y la contaminación que generan, o sea, para fomentar la movilidad interplanetaria sostenible. Así mismo, como lo oye: con dos gónadas silicónicas. También dijo que iba a revisar el límite y aumentarlo a 100 parsecs. ¿Usted lo entiende? La cosa es que el planeta Shoemakerhome tiene una buena fuente de ingresos en esas multas, que pagarán muchos forasteros poco avisados. Y las administraciones necesitan fondos, porque el presupuesto oficial para la construcción de esta ruta era de más de 96 millones de dataries, y nadie sabe de dónde saldrá ese dinero. Una de las promesas electorales del Gran Canciller del Supremo Consejo de Coruscant fue hacer una auditoría para que los contribuyentes sepan cuánto va a costar de verdad, financiación incluida. Ya veremos si la cumple, y cuándo.

Pasamos por encima de otro intercambiador tridimensional carísimo, que está semioculto bajo la ruta. Tal vez lleguemos a saber algún día para qué lo hicieron. Mientras tanto, sólo sirve para que los patrulleros de Shoemakerhome jueguen al escondite con los incautos.

Seguimos adelante unos pocos años-luz para decelerar en una bifurcación. Resulta que los ingenieros del Consejo de Gobierno del Sistema Local han creado una variante de la ruta antigua, con capacidad para cuatro millones de naves viajando a velocidad hiperlumínica en cada sentido de circulación. Para eso hizo falta demoler varios satélites, cuyos moradores fueron debidamente indemnizados, de acuerdo con las prescripciones legales. Los muy egoístas no estaban dispuestos a sacrificarse por el progreso, y las fuerzas policiales de Shoemakerhome tuvieron que meterlos en cintura.

Por fin damos avante toda a nuestra planta de propulsión… Los chorros de fotones surgen de la cola de nuestra nave como remolinos de estrellas… pero hemos de frenar inmediatamente, porque llegamos a otra intersección. Resulta que los ingenieros no han suprimido la vía antigua. No podía ser de otra manera, porque ahí estaban el planeta Chez Thomas y las instalaciones de la empresa de transporte público que tiene la concesión de la línea de Bijjportt a Coruscant. Seguimos el viaje a velocidad infrasónica, porque la ruta está interrumpida de nuevo por pasos pedestres. Al final se estrecha tanto que nuestro crucero pasa rascando la pintura de las naves que circulan en sentido contrario. Tenemos prevista una escala técnica en la terminal del sistema de transporte público interplanetario de Bijjportt.

.

.

Nuestra nave se posa en una de las dársenas. Mi Maestro y yo embarcamos en la falúa del crucero y nos dirigimos al palacio del Ecólogo Jefe del planeta. Pasamos junto a un monumento dedicado a un gran precursor de la navegación espacial, que partió a descubrir un Nuevo Mundo desde el planeta Mankindhome. Mi Maestro y yo presentamos nuestros respetos al Ecólogo Jefe, que está acompañado por su Mentat. Tiene sus propias dificultades con los Promotores Inmobiliarios… Por fin zarpamos rumbo al planeta Kaladevou… y pronto nos encontramos con la flota de la Federación.

.

http://sheff.cgsociety.org/

http://www.yamkovoy.com/

.

Su buque insignia es unas veinte veces más grande que el nuestro, pero ya sabe usted que esta desproporción de fuerzas es sólo aparente. Si llegamos a los sablazos, dos Jedis pueden dejar fuera de combate cualquier nave enemiga, por descomunal que sea: aún no hemos sido traicionados por los guionistas de Mr. Lucas. Por si acaso, nos detenemos para mostrar nuestras credenciales al almirante, un Neimoidiano bastante escurridizo. Obviamente, es un mandado que consulta las cosas más nimias a sus superiores.

Por fin llegamos al palacio real de Kaladevou, un notable edificio de estilo doricojónico. La reina Almendrita nos recibe en el Salón del Trono, nos informa de la situación y nos dice que el área de Veteranus, a la que pertenece Kaladevou, es gobernada desde el planeta Talaiooine. En su día, la administración Hutt puso en marcha un Plan de Excelencia para convertir Kaladevou en un modelo de buenas prácticas turísticas, con un presupuesto inicial de 3,6 millones de dataries. Con ese dinero han rellenado los cráteres de meteorito que antes hacían intransitables las vías de circulación, pero las líneas del transporte público han quedado dispuestas de un modo bastante curioso. Los vehículos van hacia Kaladevou por una vía unidireccional, decorada con todas las gualdrapas de la «excelencia», y vuelven a Bijjportt por el equivalente espacial de un camino de herradura.

Zarpamos de Kaladevou con destino a Talaiooine, enfilamos la ruta principal, viramos a babor y seguimos por una senda secundaria bordeada por un carril para «podracers» de pedales. Viajamos a velocidades muy superiores a las que hemos desarrollado entre Coruscant y Bijjportt: aquí no hay sensores de Shoemakerhome… Pasamos junto a un centro de enseñanza para las formas de vida de Veteranus. Un estudio superficial de su ubicación indicaría que lo han situado deliberadamente lejos de todas las zonas habitadas del sistema local para favorecer los intereses de los Hutts que venden vehículos privados y combustibles. Un análisis un poco más profundo nos hace ver que los Hutts son incapaces de un cálculo tan sofisticado. Instalaron el centro tal que ahí porque un planetateniente Hutt tenía un satélite para vender, y yattá.

El Gran Jefe Joh-seeh Rrra el Hutt, con la inestimable ayuda de su consejero Twi’lek, el Gran Visir Oou-hertta, controlaba las licencias de construcción y los flujos de dinero de todos los colores y todas las procedencias que circulan en torno a las obras. La nueva Administración local de Talaiooine es un poco menos complicada que el Gran Consejo Jedi. Es una alianza compuesta por casi todas las formas de vida del sistema, excepto los Hutts, sus auxiliares Twi’lek y los Toydarianos. El Supremo Edil de Ordenación del Territorio es el sabio Planetógrafo Grazingfields, que se ha ido haciendo experto en lidiar con los Promotores Inmobiliarios a fuerza de esquivar innumerables asechanzas.

.

Las aguerridas fuerzas armadas de Talaiooine se aprestan
para combatir contra los androides de la Federación.

.

Cuando la batalla parece inevitable, mi Maestro y yo convocamos una reunión de contendientes, los hipnotizamos haciendo unos pases de manos y los enviamos a todos de vuelta a casa, convencidos de que la victoria es suya. Ya sé que esto le parecerá un anticlímax, pero nuestra Orden lleva milenios arreglando conflictos con varias técnicas de manipulación mental. Los profanos creen que es magia. La violencia es el último de nuestros recursos, y sólo la empleamos cuando nos fallan todos los demás. Si quiere saber de dónde han sacado los guionistas de Mr. Lucas sus cuatro ideas sobre los Jedi, no tiene más que buscar «Bene Gesserit» en Google o en la Wikipedia…

.

http://es.wikipedia.org/wiki/Bene_Gesserit

.

Otro día, si usted quiere, podemos hablar de lo que ha pasado en Talaiooine… Eso sí que es ciencia-ficción.

Cala de Bou…

Eivissa  –  Ibiza…

Movilidad  –  Eivissa  –  Ibiza…

 

Sant Agustí des Vedrà…

Sant Antoni de Portmany…

Sant Josep de sa Talaia…

Sant Rafel de Forca…

>>>