<<<
El vapor Cádiz de Pinillos
parecía otro y más grande
en aquel muelle de la Machina y San Francisco.
Después de un día despachando pasaje
y mercadería de todo tipo proveniente de España,
se preparaba para zarpar rumbo a Nueva Orleans
y de allí regresar de nuevo a Cádiz.
La Habana amanecía resplandeciente y bulliciosa
en aquella primavera de 1920.
<<<
https://elilustradordebarcos.wordpress.com/
2020/09/04/
carta-de-amor-de-un-radiotelegrafista/
>>>